Diputado Daniel Melo (PS): “La seguridad es un derecho humano y para crecer, que el país se desarrolle, se requiere estabilidad y cohesión social”
El nuevo jefe de la bancada socialista también plantea que “la derecha tiene una tremenda responsabilidad y tiene que salir al pizarrón a responder por qué se niega rotundamente a todo cambio al actual sistema de pensiones”.
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Hace una par de semanas asumió la jefatura de la bancada de diputados del Partido Socialista (PS) y Daniel Melo tiene una mirada bien clara respecto de las prioridades para este año: las reformas emblemáticas, seguridad y no descarta las reformas políticas, enfocadas en la necesidad de “elevar los estándares de conformación de partidos y de cómo funciona, en definitiva, el sistema político chileno”, en coherencia con lo que muestran las encuestas en esta materia.
En esta conversación con Diario Financiero, el legislador oficialista también aborda la encrucijada en que se encuentra la Cámara en relación con la elección de la nueva presidencia de la mesa y algunas polémicas intervenciones de representantes del Partido Comunista. “Si bien todas las opiniones son legítimas, no contribuyen mucho a la construcción de mayoría”, dice.
“Tenemos que solucionar el problema de las bajas pensiones y la derecha debe entender que la defensa a ultranza del sistema actual de AFP va en detrimento de la mejora de las pensiones”.
-¿Cómo ve el escenario para la elección de la mesa de la Cámara?
-Los socialistas vamos a honrar nuestra palabra y cumplir los compromisos. Esto implica hacer todos los esfuerzos para construir una mayoría que le dé gobernabilidad al pacto administrativo en la conducción de la Cámara de Diputados.
-En ese contexto, ¿cuáles deberían ser las prioridades?
-Las prioridades debían estar puestas en la agenda ciudadana en materia de seguridad, crecimiento económico, la reforma al sistema previsional y el nuevo pacto fiscal. Y si pudiera hacer un llamado, es a demócratas y al Partido de la Gente a que cumplan con su palabra y podamos avanzar en un acuerdo amplio y unitario.
-¿Ellos son la clave en esta elección de la mesa?
-Ninguna fuerza política por sí sola, ni la derecha ni las fuerzas de Gobierno, tiene mayoría actualmente en la Cámara. Por lo tanto, como ha ocurrido en otras ocasiones, se requiere la concurrencia y el respaldo de estos sectores políticos para construir una mayoría.
-¿Y cuánto han influido en el ánimo que existe respecto de la elección de la mesa las últimas declaraciones de representantes del Partido Comunista?
-Si bien todas las opiniones son legítimas, no contribuyen mucho a la construcción de mayoría. En democracia, la participación ciudadana es relevante, sin duda, pero a las fuerzas de Gobierno nos compete gobernar, sacar adelante los compromisos que adquirimos con la ciudadanía. En este sentido, tanto la reforma al sistema de pensiones como la del mismo pacto fiscal requieren del concurso de la oposición para avanzar. Y esperaría tener un clima de más entendimiento. Aquí también un llamado a la derecha a dejar de negar la sal y el agua al Gobierno. Tengo la impresión de que tenemos una oportunidad para avanzar en estas materias.
-¿Qué tan grave sería para el avance de las reformas sociales que no se cumpla el acuerdo?
-Todas las reformas sociales del Gobierno requieren de amplios acuerdos y amplias mayorías. Y la conducción de la Cámara sin duda colabora a ese propósito. Por lo tanto, el partido está recién partiendo; hay que jugarlo primero. Estamos en conversaciones, en diálogo permanente con todas las fuerzas políticas y esperamos llegar un acuerdo que permita avanzar y construir un piso para sacar adelante la agenda prioritaria de la gente en materia de seguridad ciudadana, reforma de pensiones, el nuevo pacto fiscal. Desde la bancada socialista, vamos a dialogar y conversar hasta el último momento.
-¿Se podría ralentizar la tramitación de las reformas en caso de que la derecha llegara a la mesa de la Cámara igual que en el Senado?
-Si uno mira la posición de la derecha en la discusión de todas las reformas del Gobierno, que van en beneficio de la gran mayoría de chilenos y chilenas, lo que vemos es obstruccionismo. Hay una opinión pública para inmovilizar el avance de las reformas y es la derecha la que debe responder por qué no le interesa mejorar el sistema de pensiones. Porque, además, necesitamos avanzar en recursos y financiamientos permanentes, por ejemplo, para aumentar la PGU. Son cuestiones de fondo y la derecha tiene que dejar de negar la sal y el agua. Y, sin duda, mantener la presidencia de la Cámara de Diputados colabora ese propósito de avanzar y terminar con esta posición obstruccionista que ha tenido la derecha en estos dos años de Gobierno.
“La derecha tiene que responder por qué se niega a cambiar el sistema de pensiones”
-A propósito de la reforma de pensiones, han salido algunas propuestas respecto de no aumentar en un 6% la cotización adicional, sino en 3% y descartar la solidaridad, esgrimiendo la mala situación económica y el escaso crecimiento, ¿ve eso viable?
-Tenemos que solucionar el problema de las bajas pensiones y la derecha debe entender, y estos sectores, que la defensa a ultranza del sistema actual de AFP va en detrimento de la mejora de las pensiones. Por lo tanto, hay que dejar de negarle la sal y el agua a las reformas del Gobierno, sentarse a la mesa de manera real para tener un sistema mejor que el actual, que efectivamente garantice mejores pensiones. Nosotros no estamos enamorados de nuestras ideas, el Gobierno ha cedido en sus proposiciones y la propuesta que fue rechazada en la Cámara, que espero que se reponga en la discusión en el Senado, permite avanzar en soluciones concretas y viables para la gente.
-¿Entonces, el aumento del 6% adicional es intransable?
-Lo que pasa es que si se plantea un 6% adicional y que este porcentaje permita garantizar, por una parte, que se vaya a capitalización individual un 3% y el otro 3% a un sistema solidario, que genera un seguro social, y eso garantiza el aumento de las pensiones; la verdad, no veo cuál es la objeción. Uno podría pensar que acá se están defendiendo los intereses de la industria de las AFP por sobre la mejora de las pensiones.
-Hace unos días la alcaldesa Evelyn Matthei planteaba que a esta altura de la tramitación de la reforma de pensiones, habría que olvidarse del tema de la separación de la industria, ¿eso se podría dejar de lado con tal de avanzar en solidaridad?
-Nosotros estamos por aumentar el monto de la PGU. Para eso se requiere más recaudación fiscal, por eso es tan importante la propuesta de pacto fiscal que ha hecho el ministro Marcel. Y respecto a la consulta en específico, hay que dejar las ideologías de lado. Nosotros no estamos proponiendo un sistema de reparto; lo que proponemos es un sistema mixto que permita, por una parte, que los trabajadores tengan sus recursos para la capitalización individual y, por otra parte, un porcentaje que permita la creación de un seguro social para que las pensiones aumenten ahora y no en 20 o 30 años. En eso, la derecha tiene una tremenda responsabilidad y tiene que salir al pizarrón a responder por qué se niega rotundamente a todo cambio al actual sistema de pensiones.
“Lo serio es para gastos permanentes, ingresos permanentes”
-Usted mencionaba los proyectos del pacto fiscal, ¿cree que con las últimas propuestas del Gobierno, el de cumplimiento tributario pueda avanzar tan fluidamente como en su trámite general?
-El Gobierno tiene que agotar todas las instancias de diálogo, con el mundo empresarial y de las y los trabajadores. En el Parlamento tiene que dar una tramitación, ojalá, urgente a estas materias. Creo que si la elusión y evasión tributaria nos permiten garantizar la recaudación de 1,5% del PIB es una buena señal. Y esperamos que con diálogo y conversación se pueda llegar a un acuerdo que no afecte a la clase media y a las pymes en el impuesto a la renta. Eso es lo más relevante, para contar con los recursos necesarios para financiar las reformas sociales que está planteando el Gobierno. Porque lo serio es que si vamos a tener gastos permanentes, tengamos ingresos permanentes a las arcas fiscales.
-El argumento de la oposición es que, dada la situación económica del país y el bajo crecimiento, aumentar impuestos, cualquiera sea, no contribuye a generar más inversión.
-Si uno mira las cifras de inversión extranjera, la verdad es que el último año hemos tenido la mayor inversión extranjera en una década. Son tremendas noticias. Entonces, creo que ese argumento es completamente ideológico. Tengo la impresión de que la reforma está bien pensada, primero, para que se cumplan las leyes y no existan evasión y elusión tributaria; y, segundo, para que se establezca este impuesto a la renta. Además, hay una rebaja, entiendo, en la tasa de impuesto a las empresas de un 27% a un 25%, por lo tanto, se debe buscar la forma de que el Estado perciba estos ingresos que se dejan de recaudar, porque tenemos responsabilidad y compromisos que cumplir.
-Este año va a estar marcado por las reformas emblemáticas, pero ¿cuál será su sello a la cabeza de la bancada del Partido Socialista?
-Queremos tener una visión que converse mucho con las prioridades que tiene la gente. Y la agenda de seguridad ciudadana, sin duda, para los socialistas es muy importante. La seguridad es un derecho humano y para crecer, que el país se desarrolle, se requiere estabilidad y cohesión social. Por lo tanto, para nosotros es una principal bandera. Y estamos trabajando en un plan en materia laboral, para presentarle al Gobierno durante el mes de abril o mayo, que garantice un conjunto de derechos para los trabajadores y trabajadoras, pero también para el crecimiento económico y la generación de empleos decentes.
“Se debiera elevar los estándares de conformación de partidos”
-A propósito de los intereses de la ciudadanía, ¿qué tan importante es la reforma al sistema político?
-Enfrentamos una crisis de nuestras instituciones democráticas, que es un fenómeno global, y uno de sus efectos es la fragmentación del sistema político y todo lo que implique modernizarlo va a contar con nuestra colaboración. Eso ayudaría mucho a terminar con los problemas para construir mayorías sólidas, permanentes, sobre la base de proyectos políticos y de programas de gobierno de futuro. Así es que en eso, al menos los socialistas, vamos a colaborar.
-¿Respaldaría una reforma que implicara disminuir el número de parlamentarios, particularmente de diputados?
-La fragmentación política no pasa necesariamente por la cantidad de escaños en el Parlamento, sino, por ejemplo, por las barreras de entrada para conformar un partido político, que después tiene el legítimo derecho a presentar candidaturas en todos los distritos de Chile, en la medida que esté constituido. Ese tipo de cosas deberíamos revisarlas; como también lo que ocurre con los parlamentarios que adhieren a un partido, a un programa de gobierno, luego renuncian por distintos motivos y constituyen otros movimientos. Se debiera elevar los estándares de conformación de partidos y de cómo funciona, en definitiva, el sistema político chileno.